Conoce la crianza positiva para tus hijos
Es normal que a los padres les falte paciencia para corregir a sus hijos. Si bien los tiempos han cambiado, lo que se busca es que el niño aprenda normas básicas de comportamiento y convivencia y que sea una buena persona. Una crianza positiva tiene ese mismo propósito, pero sin llegar a castigos severos.
¿Cómo puede lograrse? Pues bien, este tipo de crianza no puede confundirse con una permisiva, al contrario, se encarga de reforzar el buen comportamiento del de los niños (reconocer lo que hacen bien) y de decirles lo que está mal pero con respeto y enseñándoles la manera correcta de hacerlo.
Hay algunas pautas útiles a la hora de implementar este modelo educativo.
Consejos para una crianza positiva
- Ten expectativas realistas: no compares a tu hijo con otros niños, conoce sus habilidades y sus limitaciones. Mira bien qué es lo que le estás exigiendo y si está de acuerdo con su edad y sus capacidades.
- Tono de las expresiones: Deja los gritos atrás, háblale con fuerza pero sin alterarte, eso lo hará entender que estás molesto, pero que sabes que él lo puede hacer mejor. Evita a toda cosa las malas expresiones y para hablarle míralo a los ojos y ponte a su altura.
- Edúcalo con el ejemplo: No le pidas algo que tú no haces. Pide lo que él ve que estás haciendo y llámale la atención por algo que él está seguro que tu no harías.
- Explícale lo que no te gusta: dile cómo se hace y escucha por qué hizo algo de determinada manera. Al final pregúntale si te ha entendido.
Es importante que trates siempre de hablar con él y de ver que hay detrás de su comportamiento, ¿es de verdad un capricho o actúa así por algo? ¿Hay algo que verdaderamente le molesta o le incomoda? ¿Cuál es la razón? Este tipo de conversaciones te permitirá reforzar los vínculos familiares.
Límites para el respeto familiar
No se trata de que tus hijos no te respeten, se trata de que se comuniquen contigo y que te entiendan. Aprende a poner límites y a comprender las emociones de los niños, es muy importante que le ayudes a tu hijo a expresarse y que le enseñes la importancia de escuchar.
Como se mencionó, la crianza positiva no se trata de ignorar reglas, al contrario, es ponerlas, pero hacerlas respetar con claridad y respetando al niño.
En este modelo educativo se centra en fomentar el crecimiento y desarrollo infantil de manera adecuada, guiado por los padres, pero enfocado en lograr autonomía e independencia en los pequeños involucrándolos en algunas decisiones según su edad y el contexto familiar. Por ejemplo, se acuerde una hora de juego, que decida qué ponerse a la hora de vestir, o lo que desea comer si está por fuera de casa (dentro de las opciones que le den sus padres).
Según esto, el adulto encargado del niño sigue siendo el responsable y es el que pone los límites, pero tiene un trato más respetuoso hacia el pequeño escuchando su opinión, así no esté de acuerdo con esta y así se lo manifieste.
La idea de una crianza positiva es no emplear castigos físicos en la relación con el niño, según afirman, porque eso “solo los hará reaccionar sin pensar y por miedo al adulto”.
El crecimiento y desarrollo infantil está marcado por las experiencias de los primeros años de vida, por eso un ambiente de estímulos positivos se ve reflejado en un buen desarrollo mental y físico.
Siempre escucha al niño y valida lo que siente, muéstrale por qué no está bien su comportamiento, es muy importante que seas claro con esto para que él entienda la importancia de mejorar su comportamiento.