Actividades lúdicas para que los niños aprendan

¿Por qué son importantes las actividades lúdicas?

Después de largas jornadas de estudio, los niños merecen un rato de actividades lúdicas donde se promuevan lazos afectivos, fundamentales para su desarrollo integral. Una sana alimentación y unas pausas activas en su jornada diaria, mejorarán su calidad de vida y serán niños mucho más felices.

Los juegos para el desarrollo integral de los niños son una buena forma de pasar el tiempo libre, divertirse o recrearse, puesto que liberan al ser humano de los compromisos o situaciones tensionantes. En los niños cumplen un papel en el momento de generar aprendizajes y fomentar la socialización, ya que es un factor primordial para su desarrollo evolutivo de forma física, motora, perceptiva, psicológica, social y cognitiva.

¿Para qué le sirve el juego a los niños?

La Real Academia Española cataloga la palabra juego como: la acción y efecto de jugar por entretenimiento, así pues, el juego o las actividades lúdicas se relacionan estrechamente con la diversión, palabra que es muy atractiva para los pequeños, especialmente en su etapa de educación inicial (de 3 a 6 años de edad), época donde presentan mayor curiosidad por conocer sobre el mundo exterior.

Expertos como Maite Garaigordobil (2008), indican que las actividades lúdicas no solo sirven en el infante para enseñarle, también se prestan para dar pie a un mundo de autodescubrimiento, exploración y experimentación, entre otras sensaciones que permiten conocer sus límites y los del mundo que lo rodean.

A través de los juegos los pequeños interiorizan valores, roles, conductas, actitudes, normas y reflexionan sobre sus capacidades sociales, culturales e intelectuales, por lo tanto, es juego es un transformador positivo del proceso de crecimiento integral de las diferentes etapas en las que se desenvuelve.

Etapas de las actividades lúdicas

• La primera es el juego de ejercicio, que se centra de los cero a los dos años, en donde el niño repite acciones que le generan placer y así logra dar respuesta a sus necesidades sensoriales y motoras.

• Entre los 2 a 3 y 6 a 7 años está el juego simbólico, en donde el aprendizaje del niño está relacionado con los objetos que lo rodean, por ejemplo, cuando una hoja de papel se transforma en un balón de fútbol y esta es pateada o cuando una botella de plástico representa un vehículo u otro objeto relacionado con la realidad.

• Entre los 4 y los 7 años, los juegos de reglas toman un mayor protagonismo, puesto que muestran un horizonte desarrollo integral de los niños y más cuando estas actividades didácticas son compartidas con pares y/o interlocutores mayores. Por eso es importante que los padres se involucren.

• En concordancia con lo anterior, vienen nuevos desafíos para el aprendizaje didáctico de los niños, como es el pasar de enfrentar las actividades con reglas de manera individual a los juegos de reglas entre equipos, que además fortalecen los valores como la solidaridad, confianza, entre otros aspectos.

Actividad física como herramienta pedagógica

Según la Organización Mundial de la Salud, OMS, la actividad física consiste en juegos, deportes, desplazamientos, actividades recreativas, educación física o ejercicios programados, acciones que además de generar en el niño un sentido de pertenencia hacia estas actividades y fortalecer la responsabilidad en los pequeños, logra mejorar sus funciones cardiorrespiratorias, musculares y la salud ósea. Por ello, entrega una serie de recomendaciones:

• Los niños y jóvenes de 5 a 17 años deben invertir mínimo 60 minutos diarios en actividades físicas, puede ser algún deporte de acuerdo a su edad o juegos que impliquen actividad física, incentivarlos a participar en actividades en las que deban moverse y estar activos, será beneficioso para su crecimiento y desarrollo.
• Es muy importante que la actividad física sea en su mayor parte, aeróbica, como correr, bailar, patinar, deportes de balón. Conviene incorporar mínimo tres veces por semana esas actividades que refuerzan, en particular, los músculos y huesos.

También asegura la OMS que en el caso de los niños y jóvenes inactivos, se recomienda un aumento progresivo de la actividad para alcanzar finalmente el objetivo indicado más arriba. Es conveniente empezar con una actividad ligera y aumentar gradualmente con el tiempo la duración, la frecuencia y la intensidad. También hay que señalar que si los niños no realizan ninguna actividad física, cualquier actividad inferior a los niveles recomendados será más beneficiosa que no hacer nada en absoluto.

Fuentes:

Real Academia de la Lengua (RAE) (Diciembre 3 de 2020) disponible en: https://dle.rae.es/juego

Garófano, V. V., & Guirado, L. C. (2017). Importancia de la motricidad para el desarrollo integral del niño en la etapa de educación infantil. EmásF: revista digital de educación física, (47), 89-105.

Organización Mundial de la Salud (OMS) (Diciembre 3 de 2020) disponible: 

https://www.who.int/dietphysicalactivity/factsheet_young_people/es/

Dialnet (Diciembre 2020) Disponible en: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6038088

Teorías sobre el juego y su importancia como recurso educativo para el desarrollo Integral infantil.

(Diciembre de 2020). Disponible en:

https://rio.upo.es/xmlui/bitstream/handle/10433/6786/hekademos%2018.pdf?sequence=1&isAllowed=y